1. Anotar todos aquellos datos que consideréis relevantes para decidir si hay que realizar o no una evaluación profunda del caso.
En cuanto a los datos que hemos considerado relevantes en el caso, debemos destacar en primer lugar que Gustavo tiene 3 años y que es la primera vez que sus padres le escolarizan en un centro educativo. Por otra parte Gustavo, quien hasta el momento había sido hijo único, acaba de tener un hermano.
Si nos centramos en las características del propio niño, hemos tomado como datos relevantes que Gustavo es muy espabilado y que se interesa por los números y las letras llegando incluso a pedir “jugar con los números”.
Ahora bien, si valoramos las afirmaciones de la tutora nos ha parecido interesante una conducta que lleva a cabo cada vez que parece ponerse nervioso: Gustavo se frota las manos y sacude la cabeza.
También es muy llamativo el hecho de que no se relacione con sus compañeros y que persiga y agreda a un niño que él considera su amigo.
Finalmente, también nos ha llamado la atención la forma que tiene de hablar la profesora respecto a los padres del alumno, dejando entrever un posible maltrato del padre hacia su esposa y posiblemente hacia el hijo. La profesora afirma que durante la entrevista solo hablaba el padre, mientras que la madre se mantenía en silencio.
2. Una vez tengáis los datos, discutid en grupo si consideráis que hay que llevar a cabo un proceso de evaluación.
Una vez leído el caso de Gustavo hemos coincidido en que el comportamiento del estudiante puede deberse a los cambios que está sufriendo los últimos meses, ya que acaba de ser escolarizado por primera vez a los tres años, y hasta ahora siempre ha estado acompañado de su madre con quien jugaba y se entretenía. Sin embargo, esto acaba de cambiar pues ha nacido recientemente su primer hermano. Todo esto está afectando en un comportamiento.
Por otro lado, han surgido dos posturas, la primera opina que los tics que presenta el niño en situaciones de nerviosismo, así como la fijación que tiene con un compañero específico determinado al que persigue y golpea de forma habitual, puede ser preocupante ya que los tics son causados por situaciones traumáticas. Por el lado contrario, la otra postura considera que los tics no tienen importancia, pues pueden ser meras manías. Además, la forma en la que actúa Gustavo con su compañero puede tener lugar a una falta de habilidad en la comunicación, ya que sólo se ha relacionado hasta el momento con su madre, o porque haya surgido un problema minutos antes con el compañero, sin embargo se apoya más en la primera opción ya que recuerda que la tutora afirmaba que Gustavo parece tener la intención de jugar pues se refiere a su compañero como “amigo”. De cualquier manera, tanto los tics como la relación entre los compañeros, no se puede determinar la causa pues falta información esencial que la tutora debe recoger a través de una nueva reunión con los padres donde se averigüe si las acciones comentadas anteriormente tienen lugar en casa, con qué frecuencia, en qué circunstancias, etc.
Además, es imprescindible que exista una reunión con el estudiante, donde a través del juego, podamos obtener datos que expliquen por qué actúa de una determinada manera, cómo se siente, cómo es la relación con sus padres y su nuevo hermano, etc. para más tarde poder realizar una triangulación de la información y poder determinar si es necesario o no un proceso de evaluación.
Además, es imprescindible que exista una reunión con el estudiante, donde a través del juego, podamos obtener datos que expliquen por qué actúa de una determinada manera, cómo se siente, cómo es la relación con sus padres y su nuevo hermano, etc. para más tarde poder realizar una triangulación de la información y poder determinar si es necesario o no un proceso de evaluación.
3. Discutid también si consideráis que es un caso para evaluar en el centro o sería conveniente derivar al Equipo de Atención Temprana correspondiente.
En un principio consideramos que el caso debería ser evaluado por el centro, pero no se puede asegurar debido a la falta de información transmitida por la docente. Después de una segunda reunión con los padres y el alumno, en función de la gravedad de la información obtenida se debería replantear nuevamente quién debería evaluar el caso, si el Equipo de Atención Temprana o el centro.
4. Escribid cómo transmitiríais la decisión a la tutora.
Estimada tutora de Gustavo.
Se ha analizado la situación del estudiante Gustavo, el cual parece ser un caso habitual de cualquier estudiante que acaba de ser escolarizado por primera vez con tres años. En principio el alumno presenta una falta de habilidad social ya que podría ser que hasta el momento no haya interactuado con otros niños de su misma edad y sólo haya estrechado vínculos con sus familiares, en especial con la madre. Además, el comportamiento puede verse afectado por la llegada del nuevo hermano.
Aunque no parece que sea un caso grave a primera vista, puede ser conveniente una primera reunión con el niño para obtener datos que nos indiquen cómo son las relaciones con sus padres y su hermano, si tiene amigos de su edad, si se lleva bien con sus compañeros o suele tener problemas con alguno en especial, por qué le gusta frotarse las manos y la cabeza, si le gustan los vídeos que le pone la maestra, etc. Además, sería necesaria una segunda reunión con los padres en la que comente si las acciones que ha observado dentro del aula también se dan dentro del contexto familiar.
De esta manera, se podrá contrastar la información obtenida y finalmente decidir si Gustavo debe ser diagnosticado o no.
Sin más, un cordial saludo.
Atentamente P.T.
No hay comentarios:
Publicar un comentario